Una incipiente especulación: modificación de alturas en casas molineras

Si tomáramos como referencia las alturas, el observador podría concluir que la trasera de los carros pertenece al inmueble que comentamos a continuación. Pero no es así, pertenece a la edificación anterior, y si bien se observa, su alero coincide con el antiguo tejado de la presente casa sobre la que se ha levantado otra altura.

La razón radica en que la casa a comentar fue transformada: se levantó el tejado y se construyeron dos alturas «postizas», con dos viviendas abalconadas que tenían salida a una terraza corrida con un parapeto, todo él de fábrica con enfoscado de dos tonalidades, oscuro el inferior y claro el más alto. La pared del cartabón resultante del añadido rompió la línea de visión a la que los vecinos estábamos acostumbrados, estropeando el paisaje urbano.

Además, este edificio perdería la singularidad que le proporcionaba la parte inferior del primitivo inmueble: dos viviendas simétricas en relación a la puerta de entrada con portal común, y respectivos ventanales parapeteados por una verja a media altura y un zócalo inferior que rompía la homogeneidad de la fachada. Los huecos estaban coronados por arcos de arcilla que constituían la singularidad del edificio.