Singularidades en inmuebles de Arca Real (superando la monotonía inicial). La casa de la artesana

La Delicia de la calidad

Imagen: Belén Delgado Nieto

Observa:

A partir de la foto (donada por Belén Delgado Nieto, hija de la artesana, que adoraba a su madre por su dedicación al trabajo bien hecho).

  • Este modelo de inmueble no resulta novedoso en el barrio, tampoco prolijo en aquella época: preferencia por las edificaciones idénticas adosadas lateralmente, de una sola planta (quizá como reminiscencia de la ruralización en las primeras moradas del barrio), y que participa también de los modelos de construcción de aquel momento en la zona. Era combinación de ladrillo en la fachada, hierro en la verja a media altura, parapeteando ventanales grandes en altura y restrictivos en lo ancho, la teja plana que aligera el peso del tejado…; todos ellos constituyen elementos e influencias en este tipo de construcción.
  • Por tanto, los paños de la puerta, el montante superior, el protector del bajante, la pintura de la puerta (desde siempre) constituyen elementos diferenciadores de estas casas, a la vez que logran romper la homogeneidad y la monotonía de la fachada de fábrica.
  • La distribución de las viviendas independientes en ambos inmuebles es indicio de que ambas pertenecen a un mismo proyecto: respondiendo a la planificación aludida, las viviendas se distribuyen a lo largo de un portal común, con dos accesos, el primero da entrada a una sala que se presenta como la estancia principal, y después vendrá un correlato de dependencias que terminarán en la cocina, esta con dos puertas de entrada, una de ella que constituye la salida al patio; la otra está situada en el portal. La puerta del patio, con amplio acristalamiento, permitía la entrada del sol de la mañana, que todo lo llenaba de luz, cumpliendo el adagio popular: «la habitación de los pobres es la cocina». Allí todo resplandecía, todo brillaba, todo se compartía, era en algunos casos, como el que nos ocupa, el lugar de trabajo de grandes artesanos que en su labor callada, nocturna, sola, con sus manos, destreza y gusto personal, con un afán de superación y durante muchos años, harán la delicia de productos así elaborados, que garantizaban la exquisitez de aquellos manjares, prestos desde las primeras horas del día en medio de un aroma que se expandía por los alrededores.

    Imagen: Belén Delgado Nieto

  • El derribo nos aproxima a considerar el resto de la distrubución de ambas viviendas. Se trata de estancias paralelas al portal, sin acceso directo desde este último, y sí mediante puerta compartida por habitaciones contiguas, con luz y ventilación indirectas que reciben del este por la mañana y del poniente a través de las aperturas de la sala, que daba a Arca Real, y de la cocina, que comunica con el patio que completa cada casa molinera.
  • Las paredes maestras constituían la base de una empalizada, los tirantes, limitados cada uno de ellos por las maderas de las vertientes y el techo de las habitaciones; la lima cerrará el tejado en la unión de ambas vertientes. Así se formará la cubierta de la casa, cuando se ensamblen las tejas apoyadas sobre listones, originando el tejado a dos aguas. La estructura lograda se utilizaba de sobrado, al que se ascenderá por una trampilla. Este habitáculo tendrá funciones distintas, y se separa de las habitaciones y estancias a través del techo de las estas: una base de cañizo clavado en el entrevigado, cubierta de una gruesa capa de yeso.