Ayer, miércoles 7 de junio, comenzó con cierto retraso la asamblea de ciudadanos de la «Zona Este-1» convocada por el tema de los Presupuestos Participativos, presentada por Rafa (así se presentó, sin apellidos), del Servicio de Participación Ciudadana perteneciente a la Concejalía de Participación Ciudadana, Juventud y Deportes del Ayuntamiento de Valladolid.
Fuimos entrando poco a poco a la sala 24 del Centro Cívico, y nos pidieron firmar en una hoja que no cumplía la normativa básica de protección de datos, por lo que algunas personas nos negamos a firmar. Una persona de la empresa «Observatorio CIMAS», la contratada por el Ayuntamiento para llevar este proceso de presupuestos participativos, se acercó a hablar con los pocos grupos que ya estábamos sentados, momento en que expusimos algunas dudas que nos surgían acerca del proceso, entre las que destacamos que varias entidades que conocíamos no habían sido convocadas a las reuniones previas (o a esta misma asamblea), el poco tiempo que habían dado para preparar propuestas, y en general el poco alcance que habían tenido los medios de promoción del proceso (buscamos carteles en los portales, y no encontramos muchos, frente a su pretensión de haber pegado uno por portal).
Al comenzar, estábamos unas cincuenta personas (en total, fueron 72, según cifras oficiosas, aunque al final de la reunión, cuando se constituyó la mesa, no llegábamos a las cincuenta iniciales). Cabe indicar que la representatividad de la realidad sociocultural del barrio era baja, muy baja.
Rafa presentó muy por encima de qué iba esto de los presupuestos participativos, insistió en que era un «experimento» y pasó a tratar el cronograma del proceso. Muy sucintamente expuso el tipo de proyectos que se esperaban, todo inversiones, para decepción de una parte importante de las personas asistentes. Se levantaron algunas manos que expusieron su preocupación por no poder proponer otro tipo de proyectos a su juicio más necesarios, pero la novedad del proceso en Valladolid y su carácter experimental fueron excusa para refugiarse en «lo fácil» (es cita literal), no esperemos «algo maravilloso». Tienen claro que quieren apostar por ello, quieren que esto salga, pero que no se les vaya de las manos, de hecho, mencionaron que era lo más simple («creemos que podemos controlar»). En posteriores presupuestos ya ampliarán el contenido. Este es el resumen, a nuestro modo de ver, de su postura.
La segunda parte, llevada a cabo por CIMAS, estaba fuera del programa. En 8 grupos formados de manera aleatoria, se incitó a hacer propuestas, tres por grupo, ya oficiales y firmadas (individualmente, y en una hoja que tampoco cumplía con la LOPD), por lo que algunas personas señalamos que se trataba de una irregularidad y no aceptamos participar, al tiempo que otras personas (unas diez o doce) abandonaban la sala para no volver. Además, parecía, y así lo señalamos algunas personas, que buscaban tener un mínimo de propuestas ya presentadas, para evitar que en alguna zona no hubiera de dónde elegir.
Como el objetivo del día era la constitución de la Mesa de Zona, y sentíamos curiosidad por ver el método que se iba a emplear para formarla (pues en ninguna parte se explicó o explica ese punto), decidimos quedarnos hasta el final (en realidad, aprovechamos para intercambiar impresiones críticas aunque en tono respetuoso y, al menos era nuestra pretensión, constructivo, con la organización).
La tercera parte fue la constitución de la Mesa, cuya labor es básica en todo esto, pues es la que filtrará en último término las propuestas que finalmente se podrán votar. Fue tan sencillo como, al margen de las representantes de las asociaciones vecinales, pedir voluntarias y voluntarios, con un límite orientativo de 12 personas, número que se completó (no en ese momento, sino al finalizar la asamblea).
La parte final consistió en la lectura de las propuestas consensuadas en los grupos. Algunas se repitieron, por lo que pasamos a detallar las que alcanzamos a copiar:
- Carril-bici (varias zonas del barrio/zona).
- Propuesta de que en el Parque de las Norias se puedan dejar perros sueltos.
- Senda interior desde Arcas Reales (esta no la copiamos muy bien).
- Cambio de los colectores de aguas residuales de la calle Córdoba.
- Cambio del pavimento de brea de la acera de la Iglesia del Carmen, que en verano se calienta y te «atrapa».
- Construcción de un urinario en la zona urbana cercana al hospital.
- Peatonalización de la calle Embajadores hasta la calle General Shelly desde la Plaza del Carmen.
- Pasarela de los talleres de RENFE abierta a los vecinos.
- Aparatos de ejercicio cardiosaludable en diferentes zonas del barrio.
- Saneamiento de los túneles del barrio.
- Mejora inclusiva de la accesibilidad de los túneles.
- Intervención artística (pintura) en los túneles del barrio.
- Rebajar un bordillo en la calle Arca Real frente al supermercado.
- Mobiliario urbano (incluyendo juegos infantiles) para las plazas de «Las Viudas».
- Iluminación de zonas del Parque de Canterac.
- Rehabilitación del Parque de la Paz como espacio de convivencia y construcción/ mantenimiento de elementos de deportes urbanos y tradicionales.
- Ampliar el CPM «Argales» a partir del Centro de Día, trasladando este a otro espacio municipal del barrio.
- Arreglo integral de la calle «Pedro García Laredo».
Seguro que se nos olvidan algunas o no están todo lo correctamente formuladas que deberían las que hemos escrito. Seguro también que todas y todos conocéis otros problemas o podéis formular con más precisión los que hemos citado. Tenemos hasta julio para formularlas.
Y no olvidemos que nuestra participación ni acaba ni puede acabar aquí. El barrio pertenece a las vecinas y vecinos que en él vivimos, por lo que os sugerimos que os acerquéis a las muchas entidades que aquí existen (sí, más de lo que parece) y os atreváis a dar el paso de colaborar con ellas, o, por qué no, formar vuestra propia asociación (es más fácil de lo que se piensa). Solo unidas y unidos podremos conseguir un barrio vivo e ilusionante.
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