Mónica Blanco es profesora de economía y militante feminista.
El movimiento feminista se atrevió a soñar con una convocatoria de Huelga General como jornada reivindicativa.
Y entonces las mujeres de todo el mundo se «remangaron» y se pusieron a trabajar.
Supongo que nadie piensa que lo del 8 M ha sido espontáneo o casual. Ha sido la conclusión de mucho trabajo anónimo de mucha gente y de pequeñas redes de coordinación.
El lema elegido es una verdad gritada, rotunda y universal: «SI NOSOTRAS PARAMOS, SE PARA EL MUNDO». Y nos entusiasmó.
Se convocaron asambleas del 8M con grupos muy diversos y mujeres a título personal. No es un movimiento estructurado, no está dirigido por partidos políticos ni por sindicatos. Se funciona de forma autónoma y con recursos escasos. Lo que viene a ser un movimiento ciudadano.
Y así de descolocados han estado los diferentes partidos, que necesitaban vincularlo con algo para poder criticarlo porque no son capaces de entender. Pues otra manera ha sido posible.
Y trabajando… trabajando, se llega a un argumentario contundente. (Animo a todos a leer el argumentario de la Asamblea 8-M publicado en redes sociales: PDF en Drive (copia local del PDF).
HUELGA LABORAL, ESTUDIANTIL, DE CONSUMO, DE CUIDADOS.
Estos cuatro ámbitos definen la estructura social y la injusta organización que se establece en función del género. Las mujeres en estos cuatro ámbitos estamos discriminadas.
Aunque algunos no paren de decir que ya se ha conseguido la igualdad, los datos objetivos no dicen lo mismo. Por lo que tenemos dos misiones: denunciar la injusticia de la discriminación y denunciar el engaño de la falsa igualdad conseguida.
Por hacer esta defensa nos llaman radicales. Y eso está bien, porque vamos a la raíz de las cosas.
El seguimiento ha sido desigual en cada uno de los aspectos.
HUELGA ESTUDIANTIL
Se ha movilizado la juventud. La manifestación ha sido multitudinaria y lo más interesante es que las jóvenes han tomado la palabra.
HUELGA LABORAL
Nunca es fácil una convocatoria de Huelga General porque no es fácil la movilización. Ya nos sabemos la historia: existe miedo a parar y cuanta mayor precariedad más presión. Y las mujeres estamos en condiciones de mayor precariedad. Además está el miedo personal, que incluso nos sentimos presionadas, aunque objetivamente no sea el caso. Son nuestros propios fantasmas conservadores que nos paralizan.
Los sindicatos han tenido un comportamiento peculiar.
Aplaudo a CNT y CGT por sumarse a la convocatoria de la Asamblea Feminista en las condiciones marcadas por las mujeres, apoyando el paro de 24 horas. Y poniendo sus recursos a disposición de la causa. Las mujeres de estas organizaciones han sido las protagonistas y los hombres las han apoyado.
Pero UGT y CCOO no se atrevieron. No consideraron suficientemente importante parar 24 horas. Os habéis equivocado. No hay argumentos para vuestra defensa. Y lo que habéis hecho ha desmovilizado a vuestra gente. ¡Una pena!
Si fueseis honrados deberíais reconocerlo y asumirlo y no colaros en la foto para salir en prensa.
HUELGA DE CONSUMO
Empezó mal el 8 M porque el comercio de la ciudad estaba abierto como si el día fuese normal. Mayor preocupación dado el alto número de trabajadoras en el sector terciario y también de autónomas.
Oferta y Demanda se alimentan y las consumidoras también tenían una responsabilidad de no comprar.
No se consiguió cerrar pero las cifras marcan una reducción del consumo.
HUELGA DE CUIDADOS (de niños, enfermos, mayores, de tareas domésticas)
Es la parte más sensible de la huelga. Por la debilidad social en la que se enmarca. Se desarrolla mayoritariamente en la «vida privada» de la familia, que traducido con las gafas violetas del feminismo significa que se encargan las mujeres sin reconocimiento ni protección social.
El patriarcado ha establecido como normal estas tareas y se culpabiliza a las que no cumplen con su rol.
Cuando se profesionaliza se hace en otras mujeres en malas condiciones laborales o directamente a través de la economía sumergida.
Que el movimiento feminista haya convocado el paro de los Cuidados es un ejercicio de valentía, de denuncia de una de las mayores opresiones sobre la mujer.
Para visibilizar a aquellas que no podían dejar los cuidados en manos de ningún hombre, se ha usado el símbolo del mandil: «Saca tu mandil, prima».
Y en la manifestación se coreó: «las que están en casa, también trabajan».
Se ha querido enfrentar a las mujeres trabajadoras con las encargadas de los cuidados, y esta convocatoria ha servido para demostrar que la causa es la misma y hermanarnos.
También ha habido gestos de hombres que se han solidarizado este día, haciéndose cargo del cuidado de otras personas para que sus mujeres o hermanas tuvieran el día para la reivindicación.
La convocatoria se hace con estos cuatro ámbitos pero había que explicarlo. Y a pesar de lo difícil que es la difusión social, se ha hecho desde las redes sociales, la responsabilidad de cada una de nosotras en nuestros entornos, y en la calle, sufriendo la aplicación de las normas que limitan la libertad de expresión.
Se ha conseguido que el tema se pusiera en todas las mesas para su discusión. La reacción conservadora ha intentado ridiculizar la causa y a las personas que la defendíamos pero los argumentos han llegado a la gente. Un gran esfuerzo y un gran éxito.
Este movimiento social ha sido tan importante que los políticos han ido cambiando sus posturas sin saber ni poder dar explicaciones del por qué. M. Rajoy se puso el lazo morado el día 8M. No se cree nada de la convocatoria pero necesita ponerlo porque socialmente se ve obligado. Esto deja entrever el poder que tenemos como ciudadanas. También es un éxito de esta jornada.
Y llegó el día 8 M y salimos a la calle.
Y cantamos y reímos y nuestra cara transmitió entusiasmo, y nuestra voz se oyó.
Y eso… nos montamos una fiesta.
La lucha se convirtió en el reconocimiento al feminismo, y al trabajo de tantas mujeres. Conseguimos que nuestra indignación por la discriminación que sufrimos se convirtiera en fuerza.
Sabíamos que la fiesta era mundial. Es emocionante saber los millones de mujeres que hemos tomado las calles en tantos sitios del mundo. Viendo fotos y vídeos no conozco a esas mujeres, pero reconozco sus expresiones de valentía, denuncia, ilusión, encuentro y lucha. Hemos hecho la fiesta de la «sororidad», del hermanamiento entre mujeres y hemos demostrado un gran poder. Nos hemos hecho visibles por nosotras y por todas las que no han podido.
Hicimos real el lema de la convocatoria. Queda mucho camino pero hemos vivido una convocatoria histórica, habrá un antes y un después.
SI NOSOTRAS PARAMOS, SE PARA EL MUNDO.
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