Nace Delicias

LLEGA LA ALTA VELOCIDAD Y NACE EL BARRIO LAS DELICIAS

por José Centeno, Vecino de las Delicias.

En 1856 se aprueba que Valladolid será el centro estratégico del trazado y construcción de los Caminos del Hierro del Norte. La empresa de los ferrocarriles es francesa. En 1860 llega la primera locomotora a vapor. La distancia a Madrid se reduce de tres días y medio por aquellos caminos de tierra en coche de caballos a cinco horas por los nuevos Caminos de Hierro, como se llamaba al «ferro-carril». Algunos se preguntaban si el cuerpo humano podría resistir tal velocidad excesiva de 40 kms/hora. A partir de estas fechas nace el barrio de las Delicias al otro lado de la vía. Las Delicias de hoy se llamaba el pago de Vegafría, que comprendía todo el terreno entre la carretera a Madrid y la de Soria. Eran campos de cultivo extra muros de la ciudad.

La cerca-muralla de Valladolid iba por lo que hoy es la calle de la Estación, y entonces eran tapias del convento de la Merced. Había en la calle Labradores, donde hoy está el túnel, una puerta, el Portillo de la Merced, que daba salida a los campos del pago de Vegafría y al camino de Segovia. Más adelante estaban las Puertas de Tudela (hoy la plaza Circular) para salir al camino de Tudela o carretera Soria. Cerca, en un alto, está la ermita de San Isidro y la finca de José Canterac, militar que llegó a ser capitán general de Castilla. Ahora pertenece a los Condes de Oliva y Marqueses de Siete Iglesias. En el otro extremo de la finca, por del camino a Segovia, estaban las fincas de Zambrana y de Repiso. Hay otras pequeñas fincas, viñedos y huertas, como el lagar de doña María de Castro, el de don Faustino Tabado, el de Chamberí y otros. Por la cañada de Arca Real vienen bajo tierra las tuberías de agua desde las Arcas Reales a la ciudad. También están los terrenos de varios monasterios cerrados por las desamortizaciones, donde se instalan los talleres y estación del ferrocarril. Son los terrenos del convento de la Laura y Agustinos (en el Paseo Filipinos), Capuchinos (en la Plaza Colón) y Mercedarios Descalzos (en la calle de la Estación). En los talleres se fabrican y reparan vagones, locomotoras, materiales rodantes, vías, etc.; trabajarán muy pronto dos mil obreros.

foto tren vapor

Esta novísima industria atrae a Valladolid mucho capital, talleres auxiliares y miles de inmigrantes de la región para trabajar, que tienden a instalarse por la Farola, calle de la Estación y sobre todo por el barrio de San Andrés, barrio de San Juan y las Puertas de Tudela (plaza Circular). En la parroquia de San Andrés se encuentran partidas de bautismo de niños nacidos en los lagares de Vegafría cuando eran campos de cultivo. En 1859 nace en la caseta de fuera de las Puertas de Tudela (túnel de Circular) el niño Anastasio López Mora. Es el primer bautizo que consta de un hijo de un ferroviario, Manuel López, que vive en Vegafría, pero todavía no se llama Delicias. Construye la Compañía de los Caminos de Hierro en 1870 fuera del Portillo de la Merced (túnel de Labradores) las primeras cuarenta casas frente a las tapias de los talleres donde hay una puerta a los mismos. A las 8 de la mañana suena la sirena, marcando la hora de entrada al trabajo. Luego se construyen aquí mismo más casas.

Las casas son para ingenieros y trabajadores desplazados de la estación de Delicias de Madrid a Valladolid y otros procedentes de Francia. Por eso los vecinos de estas casas ponen un cartel: Casa de las Delicias, para identificar la dirección del correo postal. Consta este nombre por primera vez, «Casa de las Delicias», como domicilio en la partida de Bautismo del niño Gregorio Hernández, que nace el 21 de marzo de 1878. Este niño podría ser el primer nacido en este incipiente barrio llamado Delicias. En esta fecha se han construido más casas molineras ilegales frente a las tapias de la carretera Segovia y del Paseo Farnesio, llamado «calle Detrás de la Estación». Se construyen algunas casas en la Ronda de San Vicente (hoy paseo de San Vicente) por donde pasan los hortelanos, y también en el camino que lleva a la finca de Canterac (hoy calle de Canterac). Se hacen más casas en la carretera Segovia en el cruce con el paseo de Farnesio. El ayuntamiento reconocerá el nombre de Calle de las Delicias de la Estación el comienzo del Camino de Segovia donde están las casas que construyó la Compañía junto al hoy túnel. Por lo tanto, las primeras casas del barrio se construyen en las cercanías de los talleres del ferrocarril donde trabajan.

En 1879 viven 80 familias. En 1886 hay 200 casas. En 1900 hay dos mil habitantes y se consideran oficialmente tres barrios: el barrio de Vegafría o Tranque (nombre de un contratista), a las casas construidas en la carretera Segovia con el cruce de Farnesio y en las eras que había al comienzo de Arca Real y Embajadores junto al paseo Farnesio (entonces llamado Detrás de la Estación); el barrio Delicias son las casas del principio de la Av. Segovia y del camino de Canterac; y el barrio de San Vicente son las casas de este camino que lleva a las Puertas de Tudela o camino de Soria.

En unas huertas que había en lo que hoy es la calle Mariano José de Larra se construyen unas casas, dando lugar a una calle con el nombre del constructor Pedro Tranque. Una monja carmelita abre en una de ellas una casa-capilla a la Virgen del Carmen. Aquí se celebra el culto y algunas bodas, pues la parroquia de San Andrés quedaba lejos para los feligreses. Un día arde la fábrica de resina de la calle Segovia a la altura de la actual plaza del Carmen. Compró el Arzobispo la fábrica y sobre sus muros levanta una Iglesia, creando en 1915 la parroquia del Carmen. A partir de este momento se llama la parroquia del Carmen del Barrio de las Delicias. Así, se denomina con el nombre de Delicias a todo lo que era el pago de Vegafría.

El barrio seguirá creciendo y surgirán problemas de falta de agua y de escuelas, peligros continuos en el cruce de las vías en el Portillo de la Merced para ir a la calle Labradores y a las escuelas y a la fuente de agua de la calle la Estación. Los vecinos irán solventando estos incidentes con sus iniciativas, creando un barrio nuevo al otro lado de las vías. Con la llegada de la nueva alta velocidad en 2007 se reduce a una hora el viaje en ferrocarril a Madrid, de aquellas cinco horas en 1860.

foto tren moderno

Las vías siguen siendo una barrera con la ciudad. ¿Está empezando a resolverse esta barrera? Eso parece. Va demasiado lento. La barrera del Pisuerga, mucho más difícil, se ha resuelto hace mucho construyendo trece puentes, de ellos dos peatonales. Los vecinos tenemos que renacer Delicias con la nueva población inmigrante joven llegada del exterior. Ahora somos muchos más.

foto tren moderno

José Manuel de la Fuente Rios

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