El pasado día 2 de mayo, a las cinco de la tarde, en el centro «Segundo Montes», tuvo lugar un encuentro entre vecindario de la zona Caamaño y Las Viudas, la mayoría pertenecientes a Red Delicias, y representantes de los partidos políticos en las Cortes de CyL por Valladolid y en el Ayuntamiento de Valladolid.
El asunto a tratar era la presentación a la clase política de un documento acerca de urbanismo y convivencia en Caamaño y Las Viudas, (copia local) impulsado por la parroquia de Santo Toribio dentro de la comisión de urbanismo de Red Delicias a partir de un proceso de estudio de un año, y en el que D=a= Delicias nos hemos implicado especialmente.
Tras la presentación del documento, las personas representantes de los partidos se enzarzaron de manera absurda (pero divertida, al menos a nosotras nos hizo mucha gracia y fuimos reprendidas por ello) en un debate en el que al parecer no querían engañarnos ni ser electoralistas (excusatio non petita, accusatio manifesta), de modo que se dedicaron a lanzarse alegres puyas, con todo su cariño, eso sí, y a recordarnos lo que harían si gobernasen o lo que ya habían hecho en el gobierno, cuya cantidad ha alcanzado una dimensión tan trascendente que le otorga el don de la invisibilidad.
En estas lides, y para finalizar -en principio-, nuestra compañera moderadora presentó el documento de propuestas (copia local) que desde el grupo, y a la vista de las conclusiones del informe, se han seleccionado para la mejora de la zona, solicitando la firma de los partidos políticos como compromiso para llevarlas cabo y para una comisión de seguimiento de esas actuaciones, en la que también se podrán negociar la pertinencia o las mejoras de las mismas.
Y ahí comenzó lo florido.
La verdad es que, si tuviéramos que analizar intervención tras intervención, resultarían muy diversas, desde alguna más comedida a otras más exaltadas; se nos acusó de electoralistas (¡a nosotras, que no nos presentamos! Aunque la moderadora casi sugirió hacerlo, ja, ja), de utilizar a los pobres (como si algunas de nosotras no lo fuéramos) y se nos acusó de hacerles una encerrona (como si no hubieran llegado prevenidas); y de que faltaban números en el informe… ¡después de que hayamos tenido que hacer nosotras el estudio porque la concejalía no lo ha hecho, ni nos ha pasado datos, tratando de pasar por tal un informe Delphi completamente ineficaz y sin un solo dato cuantitativo!; así es nuestra concejala de SS. Por otro lado, también nos dijeron que las medidas eran demasiado concretas, o que estábamos obsoletos con algunas, pues en julio de este año (sic) ya habían puesto en marcha lo que pedíamos (es evidente que se refería al año pasado, que conocemos las reformas hechas y que siguen sin funcionar).
Vale, en esta parte también nos reímos y fuimos aún más regañadas por ello, pero en fin, fue gracioso.
Sobre todo porque firmaron los objetivos, teniendo en cuenta que los mismos en realidad tampoco comprometen a demasiado, más allá de la escucha, que ya es bastante.
En todo caso, y más allá de chascarrillos, bromas y risas, en realidad agradecemos el esfuerzo de la clase política que sí vino, e incluso de las aportaciones sinceras y constructivas que allí escuchamos cuando tomaron la palabra, que haberlas las hubo. Se nota la sensibilidad de la izquierda, lo que nos da esperanza.
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