Hogar itinerante de jubilados de Delicias. Hoy, Centro de Mayores

EL HOGAR ITINERANTE DE JUBILADOS DE DELICIAS

Hoy Centro de Mayores

José Centeno. Vecino de Delicias. Diciembre 2018

Una sociedad que cuida a sus mayores se cuida a sí misma

El Hogar se concibe en los años setenta. Después de una prolongada gestación de ocho años tiene lugar el parto del Hogar en 1981, pero fue por las bravas mediante una cesárea.

Se «concibe» el Hogar en el seno de LA ASOCIACIÓN FAMILIAR DELICIAS. Es el año 1973 en la Asociación Familiar Delicias, hacía poco constituida. La Comisión de Acción Social de la Asociación Familiar ve la necesidad de un Hogar del Jubilado de la Seguridad Social como el de San Juan o el del Paseo Zorrilla esquina Puente Colgante. Los jubilados sufren en esta época unas pensiones ridículas. Estamos en la dictadura. Muchos no han cotizado en los años 50 ó 60, cuando se estaba organizando la Seguridad Social. Los viudos acogidos por sus nueras sienten que son un estorbo en casa del hijo y salen a callejear aun en invierno para no estorbar en casa. Hay algún Asilo en Valladolid que llevan monjas para pobres de solemnidad: el de las Hermanitas de los Pobres de la calle San José, la Casa de la Beneficencia y el Asilo del Carmen en Chancillería. En Delicias se refugian los jubilados en algunas bodeguillas, o a la solana de calles y plazas en el frío invierno.

La Asociación Familiar tiene muchos agujeros pendientes: calles sin asfaltar, sin puntos de luz, falta de plazas escolares y de campos de juego para niños y jóvenes, ningún parque… las huelgas de Fasa y de la Construcción. En otoño de 1975 está al frente de la Comisión el vecino Lorenzo Minayo; el cura obrero dominico Carlos Fdz. Cid, de la parroquia de Santo Toribio; un vecino recién llegado, José Centeno; Juan Carlos Cañada y otros. Se proponen LUCHAR POR UN HOGAR. El párroco del Carmen, don Mariano, tiene un pequeño local para ellos al estilo confesional y de beneficencia. En Navidad se les ofrece una comida que pagan los benefactores de la parroquia. La Comisión quiere justicia, no beneficencia. Convoca a los jubilados a una asamblea en el Instituto Filial Femenino, hoy del Carmen. Van 307 jubilados. De allí sale un grupo de jubilados que se integra en la Comisión Social de la Asociación Familiar: el Sr. Antonio González, las viudas Pilar Díez, Daniela y Vitoria, el Sr. Julio, padre de Máximo, el famoso viñetista de El País junto a Forges, Peridis, Chumy Chúmez; también Alberto Duque, Noriega y otros.

La Comisión lleva a cabo gestiones y más gestiones, visitas, cartas, solicitudes, entrevistas a los alcaldes, al gobernador, al director del IMSERSO, pero nada. Solamente buenas palabras. Son los años de la transición. Están ocupados en otros asuntos. Decide la Comisión pasar a reivindicacines como hacen los recién legalizados partidos y sindicatos o aún clandestinos.

UN HOGAR ITINERANTE SE PONE EN MARCHA. La Comisión organiza para los mayores, como hacen los Hogares para Jubilados, actividades de todo tipo: cine, teatro, charlas sanitarias, danzas castellanas, dulzainas, recitales de poesía, excursiones… Se manifiestan dos veces al IMSS atravesando el túnel de coches. Recogen firmas, hacen manifiestos a las autoridades del abandono que sufren a través de notas. Mantienen entrevistas de prensa y radio, reparto de octavillas. Salidas a la naturaleza, bailes, limonadas, veladas… para dar a conocer el problema al barrio y a la ciudad. ¿En qué locales se hace todo esto? Ante la llamada de la Asociación Familiar prestan sus locales los colegios del barrio (San Viator, San Francisco, el P. Usera, el Instituto del Carmen) y las parroquias. Los cines Embajadores y Delicias hacen un descuento del 50% a los que presenten el carnet del Hogar Itinerante. Hay una lista de 700 asociados. La revista VETERANOS y las octavillas informan de todo. Los jubilados las reparten por las calles. En total, estos años se hacen 50 excursiones y visitas culturales dentro y fuera de la ciudad. Se hizo uso de 123 autocares que recorrieron 33000 kms. Billetes gratuitos, 7.200. Viajes por toda Castilla y hasta las Fallas de Valencia.

Millán, el párroco de Santo Toribio es profesor de la Escuela de Asistentes Sociales. Invita a las alumnas a hacer prácticas con estos Jubilados. Mª Teresa, Vitoria, Carmen y un chico hacen un estudio estadístico en Delicias sobre los mayores, sus necesidades y problemas. Ellas atienden y gestionan e informan sobre pensiones, cartillas, subsidios, residencias, etc., dos días a la semana en las parroquias de Santo Toribio y Canterac. Es un Hogar itinerante. Está en marcha. Todos arriman el hombro. Locales, músicos, conferenciantes, artistas, grupos de teatro, guías gratuitos… todos voluntarios. Son los años de luchas, de la transición, de reivindicar lo público que es lo de todos.

EL HOGAR SE CONSTRUYE. En 1976 el Ayuntamiento debe construir el edificio en los terrenos de la antigua finca de los escoceses, Parque de Canterac. Hipócritamente destina 6 millones de ptas. Ni para empezar. Dos años más tarde, 14 millones. Ninguna empresa licita. Unos meses después aumenta a 20 millones. En 1980 está terminado el Hogar. Ahora le toca a la Seguridad Social llevar la gestión. Pasan los meses. No sabe, no contesta. La Comisión Social denuncia. No responde. Entran los vándalos, se llevan ventanas, cañerías, puertas… Los mismos jubilados se organizan en turnos de vigilancia. Se para el deterioro. Se protesta. Finalmente se restauran los deterioros. EL 25 DE SEPTIEMBRE DE 1981 ABRE SUS PUERTAS extraoficialmente con el mínimo de personal. Es la cesárea. El IMSS de la Seguridad Social es más lento que aquel famoso tren Burra. Se acerca el invierno. Poco después la inauguración oficial. No fue invitada la Comisión de Acción Social de la Asociación Familiar Delicias, que fue quién promovió este Hogar a lo largo de ocho años, pero se sintió muy satisfecha de cumplir su papel con los vecinos y con los jubilados. El director nombrado es muy dinámico, se jubiló hace tres años. Es elegido el Sr. Antonio presidente del Hogar y algunos vocales son miembros pensionistas de la Comisión de Acción Social. El hoy llamado Centro de Mayores tiene 37 años de edad, está en plena madurez. La Directora de la Escuela de Asistentes Sociales de aquella época puso como ejemplo de Trabajo Social a este Hogar en que los profesionales escuchan a los afectados, sus problemas, lo que quieren y trabajan todos en equipo.

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