Con este título no me voy a referir a las elecciones generales, que de eso ya hablaremos con más detenimiento. Voy a hablar de los últimos procesos que el vecindario de Delicias ha tenido oportunidad de disfrutar este año, y que han culminado con apenas unos días de diferencia.
El primero, que es el tercer año que se lleva a cabo, está impulsado por el Ayuntamiento de Valladolid, y son los Presupuestos Participativos (ya hemos hablado de ellos en anteriores entradas). Los de este año nos dejan el mal sabor de boca de un proceso largo y tedioso, en el que la ultraderecha ponía trabas por electoralismo y las organizaciones vecinales y el vecindario se cargaban el trabajo de las asambleas sobre los hombros; en el que la ciudadanía desconfiaba de las promesas por los enormes retrasos en la ejecución de las obras aprobadas años atrás, lo que se traducía en una reducción de propuestas; en el que las propuestas ya aprobadas por la mesa eran echadas atrás por los técnicos, eliminando una decena y quedándonos con dos obras enormes que se deben más al nulo mantenimiento durante 30 años que a inversión (me refiero a los dos vestuarios del complejo polideportivo de Canterac, casi 1 millón de euros entre las dos). Cuando nos ofrecimos para darle publicidad en los centros educativos, nos dijeron que hiciéramos lo que quisiéramos, muchas gracias, sin facilitarnos ni siquiera las citas con los centros… Para eso no necesitamos su permiso…
Positivo, la implantación de urnas, por primera vez, para votar. Y poco más.
Los resultados de esto han sido una disminución de la participación del 33% respecto al año anterior.
Y, en cuanto a las propuestas más votadas, se vuelve a quedar fuera la rehabilitación en Aramburu. Las desigualdades que se retroalimentan, y no hay manera de que esto se entienda por parte de algunes…
El segundo proceso es el que ha llevado a cabo la gente que promueve la reapertura del Centro de Especialidades de la calle Trabajo (Tejiendo Redes, la Plataforma en Defensa de la Sanidad Pública y, en menor medida, la AFD y personas del barrio).
En un solo día, 8.543 votos, solo 12 desfavorables.
Y esto, ¿por qué? Pues porque se lo curran. Porque ponen carteles en tiendas, comercios, bares, paredes… hablan con la gente, gestionan asambleas, convocan concentraciones, manifestaciones, utilizan el arte como un medio de reivindicación y sacan 18 urnas a la calle un sábado lluvioso (y eso después de haber reunido con anterioridad más de 6.000 firmas).
En resumen, dos maneras de provocar la participación que en Delicias se han llevado a cabo recientemente con diferentes resultados.
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