Tercera semana finalizada, muchas cosas experimentadas y palabras y expresiones aprendidas.

A primera hora les paso el resumen de la semana, con gramática y vocabulario que ha ido saliendo en los juegos, las excursiones, las sesiones formales, las preguntas individuales…

La idea, como en semanas previas, es que tengan un documento con el que puedan practicar en casa con la familia.

A segunda hora se ha continuado con las dinámicas preparadas el lunes. Entonces examinamos algunos datos concretos sobre la diversidad del mundo en algunos aspectos. Hoy tocaba plasmar algunas de esas similitides y diferencias a partir de las personas del campamento. Cada persona había escrito en un papel su comida favorita, su color favorito, su país favorito, su prenda de vestir favorita y lo que le gusta hacer el fin de semana.

Onyx ha dinamizado la siguiente dinámica. Hoy mezclamos todos los papeles y los repartimos después de separarnos en parejas pero formando un círculo. Entonces, cada pareja leía en alto las carácterísticas escritas y tenía que adivinar a quién pertenecían; en un segundo lugar, el resto de las personas daban su opinión hasta que finalmente la persona que lo había escrito «confesaba». Ha habido sorpresas y mucha variedad en gustos.

A continuación, nos hemos sentado y hemos cerrado los ojos con la mayoría de las luces de la sala apagadas. Hemos respirado tranquilamente, en silencio, y hemos abierto los ojos de nuevo.

«Mirad a vuestro alrededor, ¿qué veis?». Esa ha sido la pregunta. La respuesta más numerosa: «personas».

A partir de ahí, reflexionamos acerca de la importancia de esas diferencias que nos otorgan riqueza al grupo, que nos hacen conocer más cosas y aprender juntas.

Por supuesto, a los cinco minutos, como no podía ser de otra manera, una pareja de chicos ha mandado entre risas a dos chicas «a la cocina» en vez de al futbolín. Obviamente, esos dos chicos no han tocado más el futbolín en toda la mañana, aparte de tener una charla sobre por qué algunas bromas no tienen gracia.

Luego hemos jugado al pañuelo, juegos de mesa, completado el «jardín de deseos», confirmado que quieren al Museo de la Ciencia y repartido los papeles de la autorización correspondiente.

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Por otro lado, ha estado la cuestión pendiente de las cuatro personas que ayer se fueron al río. Hoy no han participado con el grupo en los juegos de después de la sesión de español, pero no se han querido marchar a casa. Han estado en una sala los cuatro, de vez en cuando haciendo el gamba, y hemos tenido una conversación muy larga acerca de cómo han cambiado sus vidas en muy pocos meses, qué es lo que más les choca de sus nuevas situaciones, cómo ven el campamento, su relación con los monitores y sus compañeras.

Se han disculpado por el comportamiento, no sin antes reflexionar acerca de algunas de las implicaciones que tuvo (retrasos, esperas, imitaciones de su actitud por parte de las más pequeñas, malestar entre otras personas, falta de respeto al trabajo de las demás, ponerse en posible peligro, ya que no conocían el lugar, a ellos y a quienes los quisieron imitar, ninguna consideración por la condición de las personas que ni siquiera tenían la posibilidad de hacer lo que ellos hicieron…).

El trabajo requerirá mucho tiempo, en el que habrá que intentar generar una confianza mutua si se quiere hacer algo.

Ya veremos cómo va discurriendo el lunes.